lunes, 16 de marzo de 2009

¡Que le amo!


Un par de ojos que te observan desde la lejanía sin saber como hacerlo, sin saber si existiera acaso el manual perfecto para seguir haciéndolo.
Si existiese ,acaso, ese manual.

Nunca me haría de él, porque dejaría de verte yo, dejaría de verte mi locura y sería otra más observándote, una común, una borrega; no sería yo amándote de lejos, ni en silencio, ni en lo extraño, ni en lo dramático.
Sería una borrega más.

Sólo te miro, trato de capturar el momento; me alejo por temor a verte de más, a que desaparezcas como la noche, que solo dejes un pequeño rastro en mi piel, en la mirada perdida de todo el día, y que el rastro se borre al bañarme de llanto y tristeza.

Temo a que se pierda entre mis suspiros, de que se enrede y se asfixie de mi absurdo amor.



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